Vivimos todo el tiempo entre antes y después de experiencias que van signando sentidos, delimitando ciclos. Nos preocupamos por los intentos de ser quienes queremos ser, por proteger esa idea que tenemos de nosotros mismos.
El alma siempre sigue su ruta, universo sabio que encuentra y desencuentra, devenires misteriosos, destinos que se juntan y se entregan, o pasan, o quedan. En el mejor de los casos dejándonos enseñanzas.
Somos los que somos, burbujas de deseos lanzados a esta aventura loca de ser y estar, de crecer y querer y hacernos cargo de nosotros mismos.
𝐀𝐜𝐨𝐭𝐚𝐫 𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐞𝐜𝐭𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐮𝐧𝐝𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐮𝐝𝐞𝐬. Única forma de conquistar lo posible, lo que va siendo.
* 𝘔𝘢𝘭𝘢𝘣𝘢𝘳𝘦𝘴 𝘌𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘭𝘶𝘥𝘪𝘳 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴

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