Habitamos un presente lleno de recursos en pos de la autosuperación. Es un privilegio servirnos de esas herramientas para transitar los propios caminos con la mayor integridad posible.
El único peligro que le encuentro a las cosmovisiones esotéricas es que en la ilusión de la iluminación nos perdamos de nosotros mismos y olvidemos que la clave está en el autoconocimiento. "Conócete a ti mismo" altísima convocatoria del Oráculo de Delfos.
Si somos humanos encarnados la iluminación es un "hacia donde ir" que nos guía, pero el viaje se realiza en estos cuerpos tan sagrados como atiborrados de impulsos y animalidad.
Atención guerreros: la linea entre la sabiduría y el letargo es muy delgada. Ahí es donde la perspectiva "psi" (que interviene a nivel del psiquismo, valga la redundancia) se hace presente y convoca a colaborar en que cada uno pueda ser protagonista de su destino honrando sus dones, los mejores recursos que nos fueron dados.
