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  • Foto del escritorXimena Ianantuoni

“El efecto de un análisis no es de normalizar a nadie.


Un análisis saca a la luz la singularidad de la persona que ha consultado.

Una experiencia analítica permite ubicar cuál es mi deseo; si quiero lo que deseo. Es decir ubicar la división que cada uno tiene. Eso toma tiempo, es completamente antipático al apuro contemporáneo. Queremos ahora, inmediatamente lo que esperamos y es difícil de no ceder a este apuro.

Pero el psicoanálisis no puede ceder a eso. Es una trampa. Cuando se echa el síntoma por la puerta, vuelve a entrar por la ventana.

Ese es un principio fundamental del funcionamiento de la repetición”.


* Judith Miller




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