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Foto del escritorXimena Ianantuoni

Partes de libros. Marguerite Duras, “La pasión suspendida”


“Creo que no se escribe para transmitirle mensajes al lector: se lo hace para uno mismo, rompiendo con los estilos que nos precedieron, reinventandolos cada vez”


“Pero hablar de los problemas de la humanidad no quiere decir nada: la batalla incesante, día tras día, es con uno mismo, en el intento de resolver lo irresoluble que hay en uno”


“Los hechos de nuestra vida nunca son únicos y no se suceden tampoco de manera unívoca, como nos gustaría. Múltiples, irreductibles, resuenan infinitamente en la conciencia, van y vienen de nuestro pasado al porvenir, extendiéndose como un eco, como los círculos en el agua, intercambiándose siempre.”


“… lo que me interesa es el estudio de la fisura, de los vacíos imposibles de llenar que se abren entre la palabra y el gesto, residuos entre lo que se dice y lo que se calla.”


“Me interesa lo que se encuentra en el origen del erotismo, el deseo. Lo que no se puede, y quizás no se debe, apaciguar con el sexo. El deseo es una actividad latente y en eso se parece a la escritura: se desea como se escribe, siempre.


No es tener sexo lo que cuenta, sino tener deseo.


El caos está en el deseo. El goce no es más que una ínfima parte de lo que habíamos esperado. El resto, la enormidad de lo que deseamos, se queda allí, perdido para siempre.”


“Un hombre no podrá saber nunca lo que significa poner a merced de otro su cuerpo, hasta el agotamiento de sus fuerzas. Con la conciencia de la violencia que tiene en sí todo parto, por el hecho mismo de saber desde ya lo que será el dolor del ser que ponemos en el mundo.”


“El mar es una fuerza ilimitada donde se hunden el “yo” y la mirada: se pierden para recuperar su propia identidad. En el fin del mundo no quedará más que un único, inmenso mar cubriendo la corteza terrestre. Toda huella irrisoria del hombre habrá desaparecido.”








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